14 de marzo de 2015

Libertad



Siento una terrible inercia hacia las vías del tren. A dónde va la gente que hace la muerte con los vagones y se tragan los raíles como un glande en repetidas bocas. Yo quiero sonreír el día en que mi esternón esté tan abierto que parezca una mariposa libre cortando el aire del subsuelo. Lo peor será cuando la imagen de mi cuerpo ya no sea un motivo para estremecer. Yo habré volado y los trenes volverán a pasar.

2 comentarios:

  1. Los trenes mejor como símbolo de viaje, de descubrir nuevos lugares, de perdernos en nuestros pensamientos mientras el paisaje pasa en décimas de segundo. Se vuela viviendo, amarrando para nuestro cofre de tesoros esas pequeñas cosas que a veces la cotidianidad nos regala, parece un tópico que se dice para quedar bien pero, sinceramente, no malgastes ni un minuto pensando en lo terrible que puede ser esa imagen.
    Un abrazo cálido

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  2. Me encanta pensar en esas imagénes, sabes porque? porque hace un tiempo les tenía pánico y ahora me gustar saber que eso ya pasó.Un saludo y gracias por comentar!

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